Justicia, Paz e Integridad de la Creación
«Los pobres ocupan un lugar privilegiado en el Evangelio. En un mundo profundamente marcado por la injusticia y las condiciones de vida inhumanas, nuestra fe nos llama a reconocer la presencia de Cristo en los pobres y los oprimidos. Así pues, nos comprometemos a fomentar la unidad y la justicia y a superar el egoísmo y el abuso de poder. Consideramos nuestro deber promover la justicia según el Evangelio en solidaridad con los pobres y los oprimidos». (Const.112)
El XVIII Capítulo General de 2018 nos recuerda que el cuidado del medio ambiente no solo forma parte de nuestra misión, sino también de nuestra herencia. (C.G. 44)
Los Misioneros Verbitas colaboran con Missio Dei en 79 países. Hay muchas iniciativas para responder al grito de los pobres y al grito de la tierra: educación y refugio para niños pobres, empoderamiento de mujeres y niñas, construcción de comunidades, proyectos de vivienda, atención médica a los pobres, atención pastoral a migrantes y refugiados, víctimas de la trata de personas, trabajo de incidencia para defender los derechos de las personas vulnerables y marginadas, participación en la Plataforma de Acción Laudato Si, etc.
Misión
Nuestra misión es llevar sanación a un mundo herido como discípulos fieles y creativos de Jesús, quien no fue indiferente a los problemas sociales de su tiempo. Los Misioneros Verbitas, como el Buen Samaritano, usan su tiempo, energía y recursos (espirituales y materiales) para lograr la transformación del mundo según el deseo de Dios que quiere que todas las criaturas tengan vida abundante.
Visión
Nuestra Visión es ser agentes de cambios transformadores según los valores evangélicos en la sociedad y el entorno allí donde estemos presentes. Llevamos a cabo esta tarea asistidos por el Espíritu Santo y en colaboración con la población local y otras instituciones y personas que comparten los mismos valores.
