Generalato
SVD

De hecho, Steyl es un lugar muy significativo, ya que fue allí, el 8 de septiembre de 1875, donde San Arnoldo Janssen fundó la Societas Verbi Divini con la inauguración de la casa de misión. Ahora que regresan a casa, al lugar del santuario de su santo fundador, pueden mirar atrás con alegría, al siglo y medio transcurrido y, expresar profunda gratitud a Dios Todopoderoso por las muchas gracias y bendiciones que han recibido. Yo también me uno a vuestra acción de gracias, pues la fecundidad de vuestra actividad misionera durante estos años ha sido de profundo beneficio para la Iglesia universal.

Volviendo a vuestras raíces y reflexionando sobre vuestros orígenes, especialmente sobre la inspiración de San Arnoldo, que les legó un sublime carisma basado en la fuerza de Cristo el Verbo Divino, pueden seguramente tomar renovado aliento del impulso misionero que, desde sus orígenes, llevó a sus hermanos a ponerse en camino, a imitación de los apóstoles, para anunciar la Palabra salvadora a los lugares más lejanos del mundo, y no en último lugar a China.

De hecho, las semillas eclesiales que sembraron han seguido dando mucho fruto, del que hoy dan testimonio elocuente las comunidades de la Congregación, tan extendidas y numerosas.

Todavía, valorar a nuestros antepasados no limita nuestros horizontes; al contrario, los amplía, permitiéndonos avanzar con mayor sabiduría y energía renovada. Qué oportuno, pues, que la celebración de este aniversario tenga lugar en la Solemnidad de Pentecostés, porque el Espíritu Santo que vino sobre los discípulos en Jerusalén, y que llevó a sus primeros hermanos a seguir la llamada del Señor a difundir el Evangelio a todas las naciones (cf. Mt 28:19-20), es el mismo Espíritu que les guiará todavía por caminos nuevos y creativos para llevar la Palabra salvadora de Dios a los hombres y mujeres de hoy.

En este sentido, el tema que han elegido para su conmemoración, «Testigos de la Luz: Desde todas partes para todas las personas», es un oportuno recordatorio de que el Mensaje iluminador y liberador de la Buena Nueva es verdaderamente para todas las personas. En efecto, cuando Jesús «envía a los apóstoles a invitar a la gente al banquete que un hombre había preparado, les dice: “Vayan y hagan entrar a todos”, jóvenes y viejos, sanos y enfermos, justos y pecadores. ¡Todos, todos, todos!» (Discurso en la Ceremonia de Bienvenida a la Jornada Mundial de la Juventud, Lisboa, 3 de agosto de 2023). No se trata de un mero sentimiento abstracto, sino de un principio profundamente práctico y espiritual para guiar vuestra actividad personal, pastoral y misionera cada día. Es más, pueden responder siempre a vuestra vocación religiosa con alegría y confianza, porque el Señor dejó una promesa a sus discípulos en estas palabras: «Recuerden, yo estoy siempre con ustedes, hasta el fin de los tiempos» (Mt 28:20).

Mi oración, entonces, por todos ustedes, especialmente en este Año Jubilar centrado en la virtud de la esperanza, es que hoy y en los muchos años venideros, estén llenos de entusiasmo y esperanza mientras continúan llevando la Palabra salvadora de Dios a los confines del mundo. A los márgenes y periferias, a los migrantes y a los que no tienen voz, a los más pobres y enfermos entre nosotros. ¡A todos! Porque de hecho somos todos hermanos y hermanas – Fratelli tutti.

Con estos sentimientos y confiando a cada miembro de la Congregación del Verbo Divino a la intercesión de San Arnoldo Janssen y María, Madre de la Iglesia, les imparto cordialmente mi Bendición como prenda de sabiduría, alegría y paz en Jesús, el Verbo Encarnado.

Roma, San Juan de Letrán, 8 de abril 2025