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Javierada 2025: Una peregrinación de formación, discernimiento y compromiso misionero para los estudiantes OTP en la Provincia de España
Acompañados por grupos juveniles parroquiales de las comunidades SVD y SSpS de España y Portugal, estos estudiantes OTP compartieron un día de renovación espiritual, convivencia y reflexión misionera junto a miles de jóvenes peregrinos provenientes de todo el país.
Abrazando el corazón misionero
Para David Lapar del Congo, la Javierada fue mucho más que una peregrinación física: representó una profunda transformación interior que le ayudó a redescubrir la esencia de la vida misionera:
«Nadie nace misionero, uno se hace misionero. Al enfrentar mis dudas, miedos y ansiedades, comprendí que la fe, el amor, la paciencia y el servicio deben nutrir el corazón del misionero. La misión no se define por los títulos o por el número de feligreses, sino por la cercanía y el cuidado hacia aquellos que Dios nos ha confiado. Como dice Jesús: “Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a mí” (Juan 10,14).»
Caminando juntos en espíritu cuaresmal
Para Hoang Do de Chicago (Estados Unidos), esta peregrinación adquirió un significado especial durante la Cuaresma, simbolizando un recorrido espiritual semejante al camino de Jesús hacia el Gólgota:
«El frío y el cansancio desaparecieron rápidamente ante la alegría y la esperanza que experimentamos. Estoy profundamente agradecido por esta experiencia, especialmente por el compañerismo y la fe compartida en el grupo.»
Comunidad alegre e inspiración espiritual
Djibril Jean Sanoussi de Togo describió su primera Javierada como una experiencia profundamente transformadora, llena de alegría, unidad y renovado entusiasmo misionero. Compartió lo siguiente:
«A pesar del frío, llegamos con alegría al Castillo de San Francisco Javier para la Eucaristía celebrada por el arzobispo, varios obispos y numerosos sacerdotes. Reflexionando sobre la Transfiguración, el arzobispo nos animó a compartir con otros la alegría inspirada por San Francisco Javier.»
Testimonio de la vitalidad de la Iglesia
El Hermano Douglas Cruz de Brasil se sintió especialmente conmovido por la activa participación de jóvenes peregrinos, que reflejó una Iglesia dinámica y llena de esperanza en España:
«Me impresionó ver tantos rostros jóvenes durante la peregrinación y las celebraciones litúrgicas en honor a San Francisco Javier. Esta Javierada me mostró una Iglesia en España muy viva y fructífera. Agradezco haber experimentado este aspecto tan vibrante de la Iglesia española durante mi estancia misionera.»
Profundizando la fe y esperanza mediante la peregrinación
Para Hao Nguyen de Vietnam, participar en la Javierada generó profundas reflexiones, renovación espiritual y sincera gratitud: «La peregrinación de la Javierada fue muy significativa para mí. Vi alegría y esperanza en los rostros de personas que caminaban con fe. Esta experiencia me invitó a vivir con mayor confianza, esperanza, paz y amor. Realmente fue un momento de profunda reflexión espiritual y renovación que dejó mucha gratitud en mi corazón. Agradezco a Dios y a todos los que participaron.»
Una tradición de fe y herencia misionera
La peregrinación de la Javierada surgió en 1886 como acción de gracias a San Francisco Javier por proteger a Navarra de una epidemia de cólera. Establecida oficialmente en 1940, esta peregrinación ha evolucionado hasta convertirse en una tradición espiritual esencial en la región de Navarra. Inicialmente, las Javieradas se celebraban en los dos primeros domingos de marzo, coincidiendo con la Novena de la Gracia en el Castillo de Javier, y se denominaban Javierada masculina y femenina. Con el tiempo, ambas peregrinaciones se fusionaron en eventos mixtos, conocidos posteriormente como la Primera y la Segunda Javierada. Finalmente, la Segunda Javierada se trasladó al segundo sábado por la tarde, adoptando un tono más festivo y familiar.
Las experiencias compartidas por David, Hoang, Djibril, Douglas y Hao muestran cómo la peregrinación de la Javierada forma parte integral del proceso de formación OTP. Más allá de la inmersión cultural y lingüística, esta peregrinación favorece una reflexión espiritual profunda, apoya el discernimiento personal y fortalece la comprensión de su vocación religiosa y misionera como miembros de la Congregación del Verbo Divino. Participar en eventos como la Javierada ayuda a los estudiantes OTP a clarificar su camino vocacional, profundizar su compromiso y prepararse eficazmente para el servicio misionero allá donde sean enviados.
