Congregación
del Verbo Divino

El 28 de junio fue un día de gran expectación y emoción para los capitulares, ya que marcó su significativo encuentro con el Papa Francisco. El Centro Ad Gentes estaba lleno de actividad antes de lo habitual, ofreciendo desayunos para acomodar la salida de los participantes a las 6:00 AM. A pesar de la temprana salida, los participantes llevaban un espíritu alegre y una gran cantidad de expectativas para escuchar el mensaje del Papa Francisco y recibir su bendición.

En medio de la bulliciosa multitud en la Plaza de San Pedro, los participantes del Capítulo y algunos miembros de la comunidad del Collegio se distinguían por sus etiquetas con sus nombres. Los capitulares y los invitados sortearon el control de seguridad y subieron varios tramos de escaleras para llegar al histórico Salón Clementino, el lugar de la audiencia con el Papa Francisco.

Se aseguraron puestos clave para una visión más cercana del Papa para el Consejo General, los funcionarios de la Casa Generalicia, los socios laicos, los coordinadores y secretarios del generalato y los coordinadores zonales. El Superior General Paulus Budi Kleden se sentó en la esquina izquierda. Alrededor de 170 asistentes estuvieron presentes en este evento histórico. Mientras esperaban al Papa, los asistentes observaron a varios obispos y funcionarios del Vaticano, incluido el cardenal Tagle, intercambiando saludos con Budi.

A medida que se distribuyeron copias del discurso del Papa y los fotógrafos ocuparon sus lugares, la expectación creció. El papa Francisco entró, ayudado por un bastón, y caminó lentamente hacia la silla papal, recibiendo aplausos de la asamblea. Comenzó su discurso en italiano, su voz a veces suave y difícil de escuchar, pero su mensaje resonó profundamente. A menudo se apartaba de su texto para añadir observaciones personales.

Los aspectos más destacados del mensaje del Papa Francisco incluyeron:

• «Puesto que sois la Sociedad del Verbo Divino, en estos días (Capítulo General), volvéis a la fuente de vuestra identidad: el Señor Jesús».
• «Experimentar el amor de la Trinidad y mantener viva la llama del Espíritu es vital para nuestro crecimiento como discípulos misioneros y religiosos».
• «Las actividades misioneras creativas nacen del amor a la Palabra de Dios, y la creatividad nace de la contemplación y el discernimiento».
• «La paz es el grito que se eleva desde los pueblos del mundo; Escuchemos esta súplica y convirtámonos en constructores de paz».
• «Ser profetas de esperanza para todas las culturas. Esto significa que antes de dar esperanza, necesitamos ser esperanza, ejerciendo el carácter profético que deriva de nuestro bautismo».
• «Ser misioneros solidarios. Os animo a promover la sinodalidad en todos los aspectos. Que cada comunidad crezca y disfrute de un estilo sinodal en el que cada miembro se sienta escuchado y acogido».

Tras el mensaje del Papa, el Superior General Budi Kleden extendió un saludo oficial. La conversación que siguió fue interesante y se entregaron regalos al Papa. Entre los obsequios se encontraba una publicación que destacaba varias iniciativas en respuesta a la Plataforma de Acción Laudato Si de las cuatro zonas, acompañada del mensaje del Superior General al Papa Francisco. El Papa también recibió la etiqueta con el nombre del Capítulo, lo que provocó un caluroso aplauso de la asamblea.

El evento concluyó con los participantes acercándose al Papa Francisco para estrecharle la mano, recibir su bendición y aceptar un rosario de regalo. El entusiasmo y la emoción de los participantes eran palpables. Algunos trajeron regalos y entablaron breves conversaciones con el Papa. El encuentro finalizó con una sesión de fotos oficial con los participantes del Capítulo y otros invitados.

Cuando los participantes regresaron al Colegio, fueron recibidos con la noticia oficial del Vaticano: «Papa a Verbitas: Sed hacedores de paz y profetas de esperanza». Este encuentro con el Papa Francisco no solo cumplió el deseo de los participantes de conocerlo y recibir su bendición, sino que también inculcó un compromiso profundo y renovado para encarnar su llamado a ser constructores de paz, profetas de esperanza y misioneros de solidaridad.

Una sentida nota de gratitud y profundo aprecio al Procurador General Peter Dikos, quien planificó, preparó y organizó meticulosamente este importante evento durante meses. Su dedicación y arduo trabajo hicieron posible este significativo encuentro con el Papa Francisco. ¡Por todo lo que has hecho, grazie mille!